Desde el año 2011 uno de los temas que fue agarrando mayor fuerza en el país fue la iniciativa para despenalizar el uso de la mariguana, es decir, comercialización y consumo de la misma.
Esto significaba en pocas palabras la autorización de siembra, cultivo, cosecha, elaboración, preparación, acondicionamiento, adquisición, comercialización, posesión, transporte y consumo de marihuana.
Su principal motivación o justificación para la despenalización de esta hierba somnolienta, era para combatir al narcomenudeo.
En diciembre del 2016 se dio en el país un paso sin marcha atrás a la legalización de la marihuana medicinal al aprobarse en el Senado por 98 votos a favor y 7 en su contra.
Aunque en ese año todavía había esperanza para quienes estaban en contra porque faltaba que pasara por la aprobación o su rechazo en el Congreso, en donde este proyecto tendría su uso con fines médicos y científicos.
En abril del presente año cada vez estaba más cerca la legalización de la marihuana porque la Cámara de Diputados había aprobado la reforma a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal para la despenalización del uso medicinal o terapéutico del cannabis.
Con esto el Congreso ya había dado el banderazo para el uso de esta hierba con 301 votos a favor, para permitir el uso de derivados del cannabis, así como su cultivo en el país, que fue previamente avalada en el Senado.
En la práctica y para los amantes de esta hierba somnolienta, pueden consumirla, porque no es un delito, así como portar solamente cinco gramos, es decir, si alguna autoridad te detiene con marihuana; demostrando que es para consumo personal, estará la autoridad obligado a liberarte.
En realidad, desde mi punto de vista no sé si es un gran paso o un retroceso, aunque tampoco se ha comprobado en ningún país el bajo índice del narcomenudeo por la venta de esta hierba.
Lo que sí es una realidad es que esto representa aún más un peligro ya que al estar bajo los efectos de la marihuana, en combinación con otro tipo de droga, alcohol o ambas.
Tan solo el consumo de la marihuana algunos de sus efectos relacionados al mismo es la falta de concentración, sensación eufórica, desinhibición, disminución de la coordinación y hasta puede provocar alucinaciones.
Se imaginan alguien con estos síntomas saliendo de algún centro nocturno también conocido como antros; o de algún salón de fiesta de bodas, que para efectos prácticos resulta lo mismo, en ambas partes se ingiere alcohol; partiendo de aquí el incremento de accidentes automovilísticos va incrementar por la mezcla de alucinógenos con bebidas alcohólicas.
Ahora veamos el lado de la siembra para su comercialización. De cuantas hectáreas estamos hablando que está permitido, cuánto va costar la logística para la planeación, vigilancia, regulación de esta misma.
Cuáles van a ser las limitaciones que va tener el ejército mexicano en la incautación del herbante, ya que esto también les da un derecho para aquellos que se han dedicado a traficar con esta droga durante muchos años.
El incremento que va tener en los asesinatos para ganar mercado o plazas como lo que está sucediendo en la actualidad con los carteles pero ahora se sumaría un nuevo grupo pero sería de civiles con licencia en caso de aprobarse y teniendo una gran desventaja en conseguir armamento para defenderse ya que autorizando esta iniciativa significa que cualquier mexicano podemos entrarle a este negocio sumándose un grupo de amateurs contra los que ya existen en la actualidad con mayor experiencia y temporalidad en el mercado controlando ya una plaza.
Este nuevo “paso” en México sobre la legalización de la marihuana de seguro saldrá contraproducente y tampoco se va a combatir al narcomenudeo. Más bien suena más a negocio entre legisladores, fomento a la corrupción e incremento a la adicción de los jóvenes. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org